Michelle
y Andy son una pareja que vive en Hong Kong y cuyo mayor sueño ha sido
siempre vivir en el distrito financiero llamado Central. Y como sabe
todo el mundo y es cosa muy lógica, los precios de los apartamentos en
los barrios más importantes de la ciudad son exorbitados por la burbuja
inmobiliaria. En Hong Kong oscila alrededor de los 1.200 dólares por
metro cuadrado. Comprar una vivienda de mayor tamaño resulta imposible
para uno cualquiera y por eso la pareja decidió comprar uno de 28 metros
cuadrados.
La necesidad de aprovechar cada metro cuadrado de superficie es tan grand
Sin
embargo, la pareja no quería renunciar tampoco a ciertos bienes
lujosos, como una cocina bien amueblada y espaciosa, un baño elegante o
un equipo de música. Medían bastante alto, porque tampoco se decidían a
renunciar a una habitación para invitados o un gimnasio doméstico.
¿Parece
absurdo? Seguramente sí, pero “ve duro o ve a casa”. Aunque los
estudios de arquitectura y especialistas en diseño inteligente de alta
tecnología les repetían que no era posible, ellos se indignaron a
rechazar el reto.
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Pasaron
por más de 40 diseños de casas diferentes y dedicaron un sinfín de
tiempo para encajar cada elemento que se propusieron. No era tarea
fácil, nunca es si tienes a disposición 28 metros cuadrados, de los que
muchos tienen que gastarse en los elementos básicos de una vivienda
(calefacción, desagües, muebles). Sin embargo, Andy con Michelle nunca
se rindieron y decidieron empaquetar todas las comodidades que deseaban.
Adicionalmente,
son propietarios de tres gatos, cosa que les hacía la tera incluso más
difícil. Decidieron preparar su piso teniendo en cuenta las necesidades
de sus mascotas, por ejemplo preparando pasarelas que recorren el piso
entero.
Actualmente,
no sólo ellos y sus gatos pueden disfrutar de los bienes que ofrece el
apartamento. Muy a menudo se dan reuniones con amigos, en las que todos
se lo pasan excepcionalmente bien, haciendo buen uso de la cocina, de la
enorme televisión o incluso se quedan a dormir en la habitación
preparada especialmente para los invitados.
¡Su
gran ingenio incluso les ha llevado a preparar el cuarto de baño de
manera que desde la bañera se puede ver la televisión del salón! Y si no
quieres ser molestado mientras te tomas tu merecido baño, puedes bajar
una especie de persiana opaca.
El
número de la población de los seres humanos está creciendo de manera
descontrolada y eso hace que el espacio para vivir es cada vez más
reducido. Es un proceso muy peligroso desde muchos puntos de vista, pero
lo único que se puede hacer a escala pequeña es aprender a vivir en
este tipo de sociedad. Los pisos inteligentes de alta tecnología son una
posible solución y pueden ser una opción perfecta para el futuro.
Andy
y Michelle nos demuestran que es posible preparar un espacio muy
reducido de manera que dé gusto vivir y uno no se sienta agobiado por la
falta de lugar. Este es un ejemplo a seguir especialmente para todos
aquellos que quieren vivir en las grandes ciudades.